Esperan 200 mil visitantes durante Fiestas del Cusco y un Impacto Económico de S/ 72 millones

Junio es el mes jubilar de la Ciudad Imperial y es el mes del Inti Raymi, la festividad más grande y emblemática de la región. Allí, cada 24 de junio se rinde tributo a la máxima divinidad del Tawantinsuyo: el dios Sol o Inti en idioma quechua. 

Este 2019 se conmemoran 75 años desde que fueron instituidas las fiestas de la ciudad del Cusco. El calendario anual abarca más de 200 actividades de diversa naturaleza, entre las que destacan el Festival Internacionales de las Artes de Cusco, numerosos desfiles con danzas típicas, festivales artísticos y otros montajes que generan un intenso movimiento cultural y un considerable flujo turístico que proviene desde diferentes países del mundo y, por supuesto, desde Lima y otras regiones del Perú.

La Empresa Municipal de Festejos del Cusco – EMUFEC, entidad que tiene a su cargo la organización del Inti Raymi y de las principales festividades y eventos en la Ciudad Imperial, estima que durante el mes jubilar arribarán unos 200.000 turistas, los cuales contribuirán a generar un impacto económico de S/ 72 millones a la economía local.

‘Estos viajeros llegarán principalmente de Norteamérica, aunque habitualmente se destaca la presencia de turistas alemanes, franceses e ingleses. Si hablamos de nacionales, la mayoría llega procedente de Lima y Arequipa’, así refirió Fernando Santoyo Vargas, Presidente del Directorio de EMUFEC, en la conferencia de Prensa desarrollada en el Auditorio de PromPerú en el distrito de San Isidro de la ciudad de Lima.

Considerando la importancia del turismo receptivo, el alcalde de la Municipalidad Provincial del Cusco, Víctor Boluarte Medina hizo la invitación al país a formar parte de las festividades de la ciudad imperial en el mes de junio y a vivir la experiencia en el majestuoso Saqsaywaman en la escenificación del Inti Raymi o Fiesta del Sol, en sus tres locaciones —Qorikancha, Plaza de Armas y Saqsaywaman—congregaría, en promedio, a unos 9.000 espectadores en total. Solo en la explanada del centro arqueológico Saqsaywaman el número de butacas es para 3.800 espectadores. 

Por su parte, el viceministro de Turismo, José Ernesto Vidal Fernández, destacó la importancia de promocionar las festividades de la Capital Histórica del país, así como su máxima expresión cultural: EL Inti Raymi y potenciar a Cusco como destino turístico a nivel internacional.

Novedades este año

Fernando Santoyo Vargas, presidente del Directorio de EMUFEC, reveló que las Fiestas del Cusco serán esta vez Smart. ‘Se incorporará y promocionará una app bilingüe con todo el programa de las fiestas para mayor comodidad de los cusqueños y turistas’, dijo. Además, anunció que se promoverán fiestas sostenibles, pues se sensibilizará a la población para disminuir la generación de residuos sólidos y, en el caso del Inti Raymi, se prohibirá el ingreso de plásticos de un solo uso y tecnopor. Así se espera mitigar y disminuir la huella de carbono de las fiestas y el Inti Raymi.

El presente año, el Inka y la Qoya serán personificados por Nivardo Carrillo Gutiérrez y Mary Cruz Lima Paucar, artistas cusqueños con amplia experiencia en la representación de la gran fiesta del Sol.

EMUFEC informó que la explanada de la fortaleza de Saqsaywaman, donde se desarrollan las secuencias más importantes del Inti Raymi, contará con tres tribunas para los espectadores: Naranja, Roja y Verde.

Estas entradas podrán ser adquiridas a partir del 9 de mayo en la página web de EMUFEC (www.emufec.gob.pe). 

En cuanto a las comodidades en Saqsaywaman, EMUFEC informó que las tribunas estarán equipadas con butacas en polipropileno, acceso a servicios higiénicos portátiles y módulos de primeros auxilios y seguridad. Asimismo, también habrá un centro de información y asistencia al público. 

La fecha central de las fiestas del Cusco es el 24 de junio: el día del Inti Raymi. Cuenta la historia que esta festividad fue instituida por el Inca Pachacútec en el siglo XV. Comenzó como una tradición religioso-cultural que se celebraba cada solsticio de invierno en honor al Sol, y actualmente, seis siglos después, se ha convertido en una ceremonia de interés turístico y cultural.