Gigantes que agonizan Retroceso de glaciares en Cusco

• Escrito por: Lady Miranda Mango

Las grandes e imponentes cadenas montañosas de los andes están perdiendo la capa blanca de nieve, que antaño las cubría. El calentamiento global es un problema cada vez más evidente, su acelerada evolución ha hecho que se pierda el hielo de gran parte de estas montañosas en Cusco, situación que preocupa pues se ponen en riesgo las fuentes de agua dulce tan necesarias para la supervivencia del hombre andino. El futuro y seguridad de las poblaciones asentadas en las faldas de estas montañas e incluso las creencias andinas que hasta ahora se conservan corren un gran peligro.

Los nevados son el alma de ande

El cambio climático está afectando en forma creciente y dramática a las cordilleras del mundo, en el caso de Perú, el país cuenta 18 cordilleras glaciares, de las cuales nueve están en el sur del país y cuatro en Cusco: Vilcanota, Urubamba, Vilcabamba y La Raya (compartida con la región Puno), así lo detalla el estudio “Inventario Nacional de Glaciares y Lagunas”, hecho por la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Actualmente se observa la reducción de las superficies y volúmenes de las reservas de agua en estos lugares, situación que preocupa a los expertos que cada año estudian y monitorean los glaciares en el país.

En épocas de los Incas, se realizaban grandes ceremonias para rendir culto a las altas y majestuosas montañas del ande, importantes en la cosmovisión y religión andina, los dioses de las montañas o “Apus” eran fuente de vida, gracias a ellos los valles andinos eran prósperos en productos alimenticios y fuente de agua para los animales. No es de extrañar que por ello los hombres del ande instaurarán tradiciones de culto religioso, que hasta ahora existen como la peregrinación a Qoyllority una costumbre ancestral que nuestros antepasados realizaban en lo más alto de las montañas, donde la nieve era el escenario perfecto para que hombre y naturaleza convivan en armonía. Hoy en día esta celebración no es la misma, los Pablitos o Ukukos no tienen más nevado donde poder realizar el culto al Dios de la montaña. Si el nevado desaparece, junto a él también lo hará la identidad de un pueblo.

Agonía de los glaciares cusqueños

En Cusco la cordillera Vilcabamba tiene como principal montaña al imponente nevado Salkantay que perdió en los últimos 40 años el 63.6% de su superficie glaciar, lo que genera pérdidas importantes en las reservas de agua de la zona y la afectación a los ecosistemas de montaña. Por otro lado, la perdida de la capa de hielo del Salkantay también representa un peligro para las poblaciones asentadas cerca al nevado, en febrero de este año el desprendimiento de un bloque de hielo sobre la laguna Salkantaycocha ocasionó un aluvión que arrasó con 16 comunidades y centros poblados del distrito de Santa Teresa, en la provincia de La Convención, una muestra de lo que ocasiona el desequilibrio en la delicada estructura natural.

Otros nevados en Cusco van por el mismo camino, en la cordillera Urubamba se derrite el Quelccaya que, según las mediciones de los últimos quince años, retrocede 60 metros por año y va en aumento. Estudios publicados en Scientific Reports subrayan que este glaciar peruano desaparecerá en los próximos 30 años, si no se reducen radicalmente las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Víctor Bustinza, Director de la Oficina Desconcentrada Macro Región Sur del INAIGEM (Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña) explica que según los estudios realizados entre 1962 y 2016, se evidenció que en la cordillera del Urubamba el nevado Chicón uno de los más representativos retrocedió un 70%, lo que causó el desborde del rio del mismo nombre que inundó varias viviendas en Urubamba. En la cordillera del Vilcanota el retroceso de glaciares es del 61%, según se estima la cordillera de La Raya habrá desaparecido para el 2030.

El especialista calcula que en 40 años los glaciares serán parte del recuerdo pues la velocidad con la que se derriten los nevados impide que el hielo se genere otra vez. “Hacia el año 2050 se prevé la desaparición de todos los glaciares que estén por debajo de los 5 mil metros de altitud”. Bustinza indicó, además, que el clima y las precipitaciones han cambiado sus ciclos rápidamente, la temperatura del planeta aumenta entre 0,8 y 1,2 grados centígrados al año. Por ello no es extraño que este 2020 no hayamos tenido las esperadas lluvias, pero si, un sinfín de incendios forestales.

Recurso hídrico y agricultura en peligro

El retroceso de los glaciares de las cordilleras Vilcanota, Urubamba y Vilcabamba, que alimentan importantes cuencas de origen glaciar como la del río Vilcanota-Urubamba. También causan una variación en los patrones de precipitación sobre todo en las provincias altas de la Región Cusco, las lluvias no se presentan como antes lo que tiene un impacto significativo en los recursos naturales y en las actividades productivas que dependen del uso del agua, como la agricultura y el pastoreo.

Por otro lado según especialistas de EGEMSA- Empresa de Generación Eléctrica Machupicchu, que desarrolla actividades de generación de energía eléctrica a través de la hidroeléctrica en Machupicchu refieren que a la fecha tienen un déficit de 3 millones de metros cúbicos de agua, lo que significa que la capacidad de generación de energía solo trabaja al 50%, esto debido a que el nivel de agua de los ríos de la cuenca Vilcanota- Urubamba se ha reducido considerablemente, lo que resulta preocupante.

¿Qué se puede hacer?

El problema de la desglaciación de los nevados en Cusco debe ser motivo de preocupación para las autoridades e instituciones que ven de cerca el tema. Por su parte el Gobierno Regional de Cusco ha venido implementando desde hace unos años una Estrategia Regional Frente al Cambio Climático y desde el 2014 cuenta con el primer Consejo Regional de Cambio Climático para promover políticas y acciones frente a la reducción de glaciares, el incremento de incendios forestales y el aumento en la frecuencia de heladas y friajes.

Sin embargo, estas acciones no bastan, es importante crear conciencia ciudadana sobre el tema, muchos cusqueños desconocen que los nevados andinos desaparecen cada vez más rápido, desconocen también la importancia de estos para las familias que dependen directamente del agua de los ríos y la importancia que tienen para sus propias vidas.

Por otro lado, hace falta la acción de las autoridades con la implementación de más proyectos de permitan recuperar los bosques, bofedales y pastizales que logran la captación de aguas subterráneas que luego puedan ser filtradas a los ríos a través del subsuelo. Asimismo, en la provincia hacen mucha falta represas que permitan captar el agua de las lluvias, para que puedan ser utilizadas en el a agricultura y otros proyectos productivos.

Mientras no se vea al calentamiento global, como un problema que afecta nuestras vidas y no se tenga una visión a futuro donde los ciudadanos colaboremos con acciones sencillas, pero de gran valor como: reciclar los residuos, usar el agua responsablemente, evitar el consumismo innecesario para evitar seguir contribuyendo al avance del cambio climático: las majestuosas montañas blancas estarán condenadas a la extinción y nosotros junto a ellas.