Tensión entre comuneros y Fuerzas Armadas en ruta minera, Las Bambas continua y población asegura que seguirá con medida de fuerza hasta las ‘últimas consecuencias’

El buen desempeño del sector minero depende, por igual, del accionar del Estado, las empresas de minería y la comunidad. Este concepto no se cumple en el caso de MMG Las Bambas. El sector de Yavi Yavi, en el distrito de Santo Tomás, provincia de Chumbivilcas (Cusco), es un claro ejemplo. Ahí no hay Estado, pero sí minería y comunidad, totalmente antagónicas.

Allí la situación es tensa, allí no hay justicia ni tampoco diálogo. Un promedio de 800 comuneros de Fuerabamba (2 mil familias) que se ubica en la provincia de Cotabambas (Apurímac), también en la zona de influencia de Las Bambas, se hallan una medida de fuerza desde el pasado 22 de agosto. Ellos colocaron montículos de tierra y cavaron zanjas en la vía para interrumpir el paso de camiones que transportan material desde la mina hacia Espinar y Arequipa.

Ellos protestan porque, según denunciaron, la reciente reclasificación de la ruta (en mayo pasó de vía regional a vía nacional) afecta una propiedad comunal. Ellos protestan por la inclemente contaminación ambiental que afecta no solo a la salud de ellos sino de sus animales. En un solo día pasan por esa vía un promedio de 800 vehículos encapsulados generando una descontrolada polvareda.

Debemos señalar que el fundo Yavi Yavi es propiedad privada de la comunidad de Fuerabamba debidamente inscrito en Registros Públicos desde el 2011. Ese año, no existía ninguna carretera por ese sector, no había problemas de ninguna índole. Sin embargo, la empresa minera realizó ese mismo año la apertura de una carretera por la propiedad de la comunidad sin autorización de la comunidad.

Al clasificarse como ruta nacional, las empresas que operan en la zona pueden hacer libre uso de la vía para el traslado de minerales y maquinarias.

Según los dirigentes comunales esa carretera fue declarada vía nacional sin ningún expediente técnico (El MTC lo declaró así con el código de ruta es CU-135). “Nunca hubo un procedimiento administrativo legal porque primeramente debió solicitarse al distrito de Colquemarca para que esta vía sea una carretera vecinal”, afirmó otro dirigente. De igual modo, la Municipalidad Provincial de Santo Tomás debió realizar otro expediente técnico de forma más detallada para constituir esta carretera como vía regional y, posteriormente, el Gobierno Regional con todos los estudios solicitar la jerarquía a una vía nacional. “No hubo nada de nada. Todo se menoscabó en cuanto a los trámites”, sostuvieron.

Mientras tanto, el Gobierno Central ha optado por la salida más facilista. Declaró el estado de emergencia por 30 días en el corredor vial Apurímac-Cusco-Arequipa. Ahí, personal de la Policía Nacional y del Ejército están atentos a cualquier intento de toma o de bloqueo de la vía. Asimismo, han implementado medidas de precaución para rehabilitar la vía y garantizar el libre tránsito. Los comuneros se hallan en zozobra. “Estaremos hasta las últimas consecuencias”, dijeron en tono decidido.

Según el Decreto Supremo 091-2018-PCM, la emergencia regirá a lo largo de los 482 kilómetros de la vía, incluidos los 500 metros adyacentes a cada lado del corredor.

El 30 de agosto, moradores de las comunidades del distrito de Velille, provincia de Chumbivilcas, iniciaron también un paro indefinido contra la empresa minera y bloquearon otros dos sectores de la vía, conocidos como Tresvaros y Ccollana. Según medios locales, los dirigentes piden la modificación del estudio de impacto ambiental y la firma de un nuevo convenio marco en el sector. Ambas comunidades en lucha piden diálogo directo con el Ejecutivo nacional.