PCM a 10 años del ‘Baguazo’: aún nos falta mucho por hacer como Estado
A diez años del conflicto en la Amazonía peruana, aún hay heridas que no cierran.
Los cuatro jucios sobre este caso, aún se encuentran en etapa intermedia. No hay culpables y aún se desconoce el paradero del mayor PNP Felipe Bazán.
Por otro lado, los indígenas recuerdan a quienes fallecieron en el desalojo de 'La Curva del Diablo' y piden que proceso culmine sin volver a culpar a los nativos. También reclaman que el Estado no vuelva a ser indiferente ante sus necesidades de siempre.
Hoy se recuerda 10 años del suceso en la Curva del Diablo denominado “Baguazo” que dejó 33 personas muertas entre ellos 23 policías, 10 indígenas mestizos, un oficial desaparecido, un promedio de 250 heridos, y un sinnúmero de detenidos, cuando fueron desalojados de la Curva del Diablo por miembros de la Dinoes y del Ejército.
El 9 de abril de 2009, más de mil comunidades amazónicas de una veintena de familias indígenas distintas, agrupadas en las organizaciones Aidesep y Orpian, se declararon en pie de lucha contra leyes que amenazan las tierras indígenas y entregan las selvas a la rapiña de las corporaciones privadas.
Al amanecer del 5 de junio de 2009, comandos expertos en asaltos armados atacaron con una lluvia de balas y bombas lacrimógenas por tierra y por aire. Según testimonio de los sobrevivientes, así se desalojaron a miles de indígenas y civiles que bloqueaban la carretera Fernando Belaunde, por más de 55 días, a la altura de Bagua Grande, en Amazonas.
La región fue declarada en toque de queda militar hasta por 17 horas diarias, desde la noche del 5 de junio; y miles de indígenas se refugiaron en centros asistenciales y parroquias porque eran perseguidos por los Dinoes para apresarlos
La Curva del Diablo fue militarmente cercada durante 3 días: ni autoridades civiles, como fiscales que debían certificar muertes y levantar cadáveres ni trabajadores humanitarios pudieron acceder al lugar. Decenas de civiles o indígenas presos fueron acusados de secuestro y homicidio, cargos que negaban con muchas pruebas e indicios a su favor; mientras ninguna autoridad política, policial o militar afronta ninguna investigación judicial por los hechos de sangre, de los que se ignoran sus exactas proporciones.
Hace poco fueron citados por el juez, los encargados del desalojo. Del Gral. PNP (e) Luis Altamirano Uribe se dice que desde el helicóptero bombardeaba a los indígenas, mientras que del Gral. PNP (e) Luis Muguruza Delgado se afirma que era el encargado del pelotón de policías por tierra. Con respecto al Cmte. PNP (e) Luis Sánchez Carpio, sus abogados solicitaron devolver al Ministerio Público los actos para que el fiscal haga su corrección y vuelva a sustentar.
Por su parte el indio Guachuru, Merino Trigoso Tineo, vocero de los indígenas, dijo que las provincias de Bagua, Utcubamba y Condorcanqui realizarán una vigilia y hoy se hará una romería en la misma Curva del Diablo recordando a quienes murieron en defensa de sus tierras.
Demandó al gobierno que cese la persecución de los denunciados indígenas, porque se está tratando de anular lo que la sala de Bagua declaró nulo para que vuelvan a la cárcel; y pidió que los autores intelectuales, como el expremier Yehude Simon, la exministra del Interior Mercedes Cabanilla y la actual vicepresidenta Mercedes Aráoz sean incluidos en el proceso, igual que los oficiales de la Policía.
Los indígenas solicitan también al gobierno de Martín Vizcarra más atención en la selva, en especial a las comunidades nativas, donde existe la minería ilegal; y en los ríos de las cinco cuencas, donde es evidente el avance de VIH Sida, la anemia, la desnutrición crónica, muertes maternas por falta de implementación y falta de construcción de hospitales, además de la culminación del IV Eje Vial, que se encuentra deteriorado.
Desde el Gobierno
Al conmemorarse los diez años de esta masacre, la Presidencia del Consejo de Ministos - PCM, ha emitido un comunicado al respecto en el que "reafirma su compromiso por asegurar el ejercicio pleno de los derechos de los pueblos indígenas y reitera su convencimiento de que el diálogo intercultural, el entendimiento y el respeto son herramientas irremplazables para la resolución de conflictos en un país culturalmente diverso".
La República / Claudio Mendoza - Bagua